Un Campus con historia
El gran coliseo ferroviario comenzó a desperezarse
hace casi 5 años, poco a poco su estructura
fue reparada y completada con aulas y dependencias
de la Universidad. En su patio central creció el
césped y comenzaron a transitar alumnos de
la UNSAM. Antes de que la obra fuera terminada obtuvo
el primer lugar del Premio Iberoamericano a la Mejor
Intervención en el Patrimonio Edificado 2006,
para obras de más de 1000 metros cuadrados.

El predio donde funcionara la playa ferroviaria
de maniobras Kilómetro16 de la ex Línea
Mitre, es hoy el Campus Miguelete de la UNSAM. Originalmente
fue una estructura circular de hierro y ladrillo,
cruzada por vías y con un puente giratorio
en el centro, que permaneció abandonada durante
años dado el cambio de tecnología ferroviaria.
El dramaturgo Mauricio Kartún recuerda la época
en que el predio estaba en desuso en su texto "Alabanzas
de Achalay": "Me debía esta obra desde aquellos
días de estudiante fracasado en el Bar Plaza
de San Martín; en el tornavías abandonado
del ferrocarril, jugando a la morra por cigarrillos
Unión".
Tanto la UNSAM como la Universidad Nacional de Lanús
recibieron terrenos ferroviarios para la construcción
de sus sedes. El predio de la UNSAM está compuesto
por 2.2 hectáreas, allí en el año
2001 se comenzó a construir el Campus. Los
principales responsables de la obra son los arquitectos
Raúl Pieroni y Fabián de la Fuente.
Según Pieroni "tuvimos la suerte de que nos
adjudicaran un edificio con carácter, con
mucha historia, y que tiene una escala muy importante
dentro del tejido urbano".

La idea central de proyecto arquitectónico
es "poner en valor y rehabilitación funcional
el edificio Corona del Tornavías, ex taller
de locomotoras, la Jefatura de la Playa y edificios
menores e infraestructuras operacionales de apoyo.
Para devolverle a la ciudad algo de lo que este emblemático
conjunto fue, la energía la inmensa de la
memoria que allí se encuentra acumulada, en
sus muros, en el suelo, en las historias que dieron
sentido y luz a muchos seres".
El arquitecto Raúl Pieroni agrega: "tratamos
de cuidarlo mucho y de no romperlo: las formas del
techo están cuidadas, la estructura original
de hierro también. Lo que hicimos fue construirlo
por dentro, pensamos en una circulación central
de doble altura, donde los alumnos que están
arriba y abajo puedan comunicarse entre sí".
En cuanto al valor patrimonial del Tornavías,
Pieroni explica: "nos cuidamos mucho de mantener
el concepto histórico del edificio, que es
un predio ferroviario creado en 1906, de la Línea
Mitre que iba de acá a Rosario. En este lugar
se cuidaban las locomotoras de vapor, llegó a
tener 40 locomotoras estacionadas. En cada arcada
de hierro había una locomotora, y allí las
arreglaban, les cargaban agua, carbón, le
cambiaban alguna pieza, era el lugar de salida en
el que se las ponía a punto".
En el centro del patio puede verse un gran puente
de hierro que genera curiosidad a la mayoría
de los visitantes que no conocen la utilidad que
tuvo en el pasado. Testigo de un tiempo en el que
el ferrocarril representaba una forma de vida y era
símbolo del progreso nacional, el puente se
utilizaba para girar las locomotoras y posicionarlas
en una de las vías que cruzan el patio para
que emprendiese su destino. Pieroni cuenta que "cuando
el Organismo Nacional de Organización de Bienes
(ONABE) nos dio el predio quería rematar el
puente, los tanques de afuera y las vías para
venderlos como hierro, la Universidad paró ese
remate y dejó esas piezas en su lugar como
memoria viva. También respetamos las dos entradas
que tenía el edificio, no inventamos otras,
y en la entrada grande hay un sistema por el que
se pueden levantar las lozas y se puede entrar con
una locomotora o con un vagón de demostración".
En el mes de septiembre el Edificio Corona del Tornavías
obtuvo el primer lugar del Premio Iberoamericano
a la Mejor Intervención en el Patrimonio Edificado
2006 para obras de más de 1000 metros cuadrados.
Raúl Pieroni explica que "para la Universidad
el premio es un indicio que estamos haciendo las
cosas bien, que la intervención del patrimonio
edificado es correcta. La asociación que nuclea
los estudios del patrimonio histórico (Centro
Internacional para la Conservación del Patrimonio)
y la Sociedad Central de Arquitectos que patrocina
también este premio, nos acaban de dar una
distinción con un primer premio donde nos
dicen lo que lo estamos haciendo está bien".

Intervenir el patrimonio urbano representa un desafío
y una responsabilidad, entre los integrantes del
equipo de trabajo encargado de la construcción
del Campus cada etapa se discute y se analiza minuciosamente.
Según Pieroni "estamos haciendo tareas fundacionales,
nos metimos en un lugar cuya historia se detuvo en
los años `70, son predios que estaban en desuso,
nadie los conocía y estaban como tirados.
Este trabajo tiene un valor no sólo arquitectónico,
sino por la significación urbana de contar
con un lugar como este que está al lado de
San Martín y al lado de la ciudad de Buenos
Aires, donde hay poco suelo vacante. Son 2.2 hectáreas
de las 22 que ocupa la playa de cargas de trenes,
que actualmente están en desuso. Es como el
primer hito de una obra mucho más importante
que consistirá en reconvertir este espacio
urbano tan importante para la ciudad de Buenos Aires
y para San Martín".
La obra cumplió la tercera de las cinco etapas
proyectadas, en la cuarta se planea construir la
mediateca de la UNSAM: una biblioteca donde los concurrentes
podrán tener acceso tanto a libros como a órganos
de comunicación tradicionales y electrónicos.
Esta construcción estará emplazada
en el viejo taller de máquinas y tendrá unos
3200 metros. |